Así comienza…
La Escuela San Vicente de Paúl nace gracias a la visión misionera de la hermana Francisca Martínez (Sor Paquita), quien al visitar los clubes de ancianos de la población Arturo Prat fue descubriendo la gran dificultad que tenían los niños de este sector para ir a la escuela, más aún a una escuela católica. A raíz de esto, en el año 1983 comenzó con las primeras gestiones para cons- truir un establecimiento educacional, compartiendo este anhelo con el obispo don Fernando Ariztía y con las hermanas del Consejo Provincial, quienes inmediatamente dieron su aprobación para iniciar el proyecto, cuyo fundamento principal era, según sus propias palabras: “En Copiapó los pobres no pueden elegir una escuela católica para sus hijos, pues de las tres que existen, los niños no tienen fácil acceso, debido a los lugares donde se encuentran ubicadas”.
El 02 de febrero de 1984 se puso la pri- mera piedra de la construcción, paralelamente se continuaba con el proceso de matrícula de estudiantes de segundo nivel de transición, llegando a marzo a la cantidad de 38 niños. El 19 de marzo de 1984 se iniciaron las actividades en un salón anexo a la capilla Nuestra Señora de los Mineros ubicada en la población Arturo Prat, ya que las salas aún no estaban terminadas. Su primera Directora fue la Hermana María Isabel de la Vega y su primera educadora de párvulos María Teresa González. El 15 de mayo de 1984 se inicia la primera clase para los niños y niñas del Segundo nivel de Transición de la Escuela San Vicente de Paúl en sus actuales dependencias, las cuales se encuentran ubicadas en una de las poblaciones más pobres de nuestra ciudad, atendiendo a estudiantes provenientes del sector y sus alrededores.



La actividad laboral de los jefes de hogar está centrada en la minería, construcción, agricultura (temporeros), comercio y servicios menores. Se observa un buen número de hogares en que ambos padres trabajan o en el que la madre asume el rol de sostenedor de la familia. Esta situación hace que no puedan apoyar activamente el trabajo escolar de sus pupilos o hijos. El contexto socio cultural en que se desarrolla esta acción educativa es de alta vulneravilidad, sin embargo basados en nuestra formación, se abre una luz de esperanza que permite a los niños y niñas de nuestra escuela tener valores que trascienden la situación y los hacen ser personas que pueden discernir entre lo positivo y lo negativo que ofrece su realidad inmediata.
En la actualidad, la escuela atiende dos niveles: Pre-Básico y Básico. El primer nivel lo conforman tres cursos de pre kínder con matrícula de 30 estudiantes cada uno y el kínder o transición mayor con dos cursos con 42 estudiantes cada uno. En nivel básico está conformado por 16 cursos de primero a octavo año con dos cursos por nivel y un promedio de 41 estudiantes cada uno. Su actual organización administrativa y técnica está compuesta por una hermana, representante Legal de la Compañía de las Hijas de la Caridad, el Director de la escuela, además complementan el equipo Directivo, la Unidad Técnica Pedagógica, Convivencia Escolar, Orientación y Pastoral. Su planta docente está formada por 31 profesionales entre educadoras, docentes y profesores de Educación Diferencial. Desde el año 1996 nuestro CEV cuenta con el Proyecto de Integración, siendo pioneros en el norte del país en atender niños con necesidades educativas especiales, los que cuentan con todas las herramientas necesarias para ser atendidos de acuerdo cada uno de sus requerimientos. Además cuenta con un equipo multidisciplinario formado por asistente social, fonoaudiólogo, psicólogo y psicopedagogas.


