Nuestra comunidad educativa se reunió en un momento de profunda fe y devoción para celebrar la Eucaristía en honor a Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa. El gimnasio techado de nuestra escuela se convirtió en un verdadero santuario, acogiendo a estudiantes, docentes y apoderados en torno al amor de nuestra Madre el pasado lunes 27 de noviembre.
La solemne ceremonia fue presidida por el Padre Rodis Christensen, nuestro capellán, quien estuvo acompañado por el Hermano Polo. Estos queridos misioneros vicentinos, que actualmente sirven en la Región de Atacama, enriquecieron nuestra celebración con su cercanía y la luz del carisma de San Vicente de Paúl y Santa Luisa de Marillac.
El momento más emotivo de la jornada fue la entrega de las Medallas Milagrosas bendecidas para cada estudiante. Al recibir este signo de protección y amor maternal, cada alumno/a se lleva consigo un recordatorio palpable de que María camina a nuestro lado, intercediendo por nosotros ante Jesús.
Fue una jornada que reafirmó nuestra identidad vicentina y nos inspiró a seguir el ejemplo de la Virgen, llevando su mensaje de esperanza a cada rincón de nuestra vida.
“Oh María, sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a Ti.”
Fuente: Área de Comunicaciones.
Fotografías: Área de Comunicaciones.
Escuela San Vicente de Paúl.