Superhéroes, santos, animales y personajes de cuentos llenaron de color y alegría el pasado miércoles 30 de octubre la escuela, nuestros estudiantes la transformaron en un verdadero faro de esperanza. Con disfraces llenos de creatividad, nuestros alumnos y alumnas demostraron que la imaginación no tiene límites.
La liturgia de la palabra nos recordó la importancia de ser portadores de esperanza, fortaleciendo nuestro compromiso como familia vicentina. Al compartir dulces y mensajes positivos, celebramos nuestra unidad y reafirmamos nuestra misión de construir una comunidad más justa y solidaria. Esta experiencia nos invita a seguir viviendo los valores de nuestro carisma y a ser testigos del amor de Dios en nuestro entorno.
El primer año “A” se llevó los aplausos al ser el curso con más estudiantes disfrazados, demostrando así su entusiasmo y compromiso.
Agradecemos al señor por permitirnos vivir esta experiencia tan especial. Gracias a todos los que, con su entrega y cariño, han hecho posible que nuestra comunidad brille con más fuerza.
¡Juntos, hacemos de nuestra escuela un lugar mágico!
Fuente: Área de Comunicaciones. Fotografías: Área de Comunicaciones. Escuela San Vicente de Paúl.